Opinión

La prueba de idoneidad de Ana Botella

A Madrid ya no le quedan alfombras donde esconder tantos problemas por resolver mientras el Ayuntamiento planea una batería de multas a la pobreza

Comentarios
  1. Ella quiere que los pobres estén como en los alrededores de El Vaticano: de rodillas, la frente contra el suelo y una mano levantando la taza donde, con suerte, igual cae una moneda.
    En el fondo, todos piensan lo mismo que Ángel Pelluz, aunque no lo digan.

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