Opinión

La víctima número 39

Los protagonistas no son las víctimas en los departamentos de comunicación políticos, son el instrumento necesario para que la política de clase muestre lo que les ha afectado tan tremendo accidente.

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Comentarios
  1. Recien llegado de Santiago, un comentario que me llegó hablaba de cómo habían tenido que retirarse los trabajadores que trataban de arreglar el caos del accidente para que los polìticos de visita pudiesen retratarse adecuadamente.

  2. Lo realmente triste de la noticia, la foto. Esa foto que acompaña las palabras «emoción y dolor por las victimas» en twiter, no solo falsas palabras, sino que como el viejo dicho dice «vale mas una imagen que mil palabras», y en este caso la imagen muestra caras serias, aburridas y de circunstancias, pero ningún dolor, ni emoción real. Pura manipulación y demagogia.

    • De acuerdo, pero es que además los que salen en la foto no son los familiares de las víctimas, que son los que tienen el dolor adentro. Son los aprovechados de turno, los de siempre, los que mejor se quedan en su casa con sus mangurrerías.

  3. Estos polñiticos que pionen cara de pena son los mismos que permiten que los bancos estafen a los clientes. Los mismos que gritan «que se jodan» cuando la subvención de 400 euros le es retirada a los parados. Los mismos a los que no les importa deshauciar a unos padres con dos hijos pero se molestan porque un escrache molesta a los niños de un polñitico. Los mismos que suben los impuestos y bajan los salarios para que cuatro malnacidos puedan llenarse los bolsillos.

    ¿No os dan ganas de quitarles todo lo que tienen y arrojarles de una patada a la calle, desnudos, sin dinero, sin trabajo? ¿No os dan ganas de arruinar la vida de estos impresentables?
    Yo lo haría con gran gusto. Y me sentiría satisfecho.

  4. Son estas situaciones de luto y dolor donde el estado intenta mostrar su legitimidad, piensan que juegan en casa y la crítica en forma de chiflada no va a surgir .Quienes emiten jucios de valor por encima del bien y del mal, el estado que son ellos, dicen que » no es el momento de hacer política», pero ellos/as son los primeros en romper su edicto.

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