Internacional | Opinión

Egipto, entre la conspiración y la revolución

La situación en el país norteafricano desmiente que el golpe de Estado militar haya sido, como sostienen algunos, una "revolución correctora" de la que derrocó a Mubarak

Comentarios
  1. Interesante y profundo análisis, aunque, si es cierto que el Gobierno de Mursi estaba torturando, intentando imponer reglas del islamismo a la población, en perjuicio fundamental de las mujeres, y retrocediendo en muchos derechos, no se lamenta tanto esta segunda revolución.

    Cierto es que va contra la legalidad electoral, pero bien sabemos que en plena inestabilidad tampoco está puede IIIsacralizarse.

    Una revolución no se justifica o no según sus resultados, porque estos pueden ser muy diversos del fin inicial, por lo que si tiene que haber una tercera o una cuarta, bienvenida si se ajusta más a las demandas del pueblo egipcip y no de sus élites dirigentes.

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