MADRID// Roberto Gañan, más conocido como Pulpul, es el vocalista principal de uno de los grupos de ska español que más lejos ha llegado. No importa que sea Alemania, la República Checa o México. Ska-P no se cansa de llenar escenarios por todo el mundo con unas letras socialmente comprometidas, que ponen en el punto de mira desde la monarquía a la Iglesia, pasando por la globalización o los crímenes de guerra cometidos por la OTAN.
Pocos temas se les resisten a estos músicos madrileños, que vuelven tras dos años de silencio con un nuevo disco, titulado 99%, con el que pretenden denunciar, sobre todo, el miedo. “Somos muchos los que luchamos por cambiar las cosas, pero el miedo al que someten a la población nos tiene callados. El día en que perdamos ese miedo, seremos libres”, defiende Pulpul.
Ska-P viene de tocar en Marinaleda, el pueblo andaluz famoso por su economía cooperativista, al que dedican una canción. También a los maquis, que defendieron “la libertad con las armas en la mano y ahora muchos están enterrados en una cuneta”. Toda una declaración de intenciones la que marca el estilo de un nuevo disco autoproducido y “autogestionado en todo lo posible”.
¿Qué vamos a encontrar en 99%?
En este disco vamos a encontrar muchas canciones, es el que más tiene de toda nuestra discografía. Son quince temas, con la pura esencia Ska-P. Hemos jugado un poquito con sintetizadores en una canción, que va a sorprender bastante. Hay un instrumental que es una gala, a mí me encanta. Y hay un reggae dedicado a África. Ska-P había cantado a muchísimas injusticias a nivel mundial pero se nos había olvidado este gran continente masacrado y desmembrado por la codicia capitalista. Por lo demás, hay cachondeo, hay rabia, hay reivindicación. Resumiendo: fiesta y revolución. Creemos que la alegría debe de anteponerse a todo esto. Que no nos roben la alegría y las ganas de vivir, si no estaremos muertos.
El título que da nombre a vuestro disco tiene una clara inspiración en los movimientos de protesta como Occupy Wall Street o el 15-M. ¿Qué opináis de movimientos como estos?
El 15-M me parece posiblemente de las reacciones sociales más importantes después de la Guerra Civil. De hecho, en el disco hay una canción que se llama Victoria dedicada a este movimiento para que no se apague esa llama.
El disco, cargado de temas sociales, llega en medio de una fuerte crisis. ¿Qué nos ha traído hasta aquí?
La situación es producto del neoliberalismo. Está bastante claro que quien gobierna aquí es ese 1% que maneja el sistema financiero, que maneja todos los recursos de los países. Yo creo que este tipo de crisis están planeadas desde hace ya mucho tiempo, para robarnos la dignidad, los derechos y todos los logros conseguidos.
¿Cómo puede la población enfrentarse a todo esto?
La gente debería estar muy atenta a lo que está ocurriendo en Venezuela, Ecuador o Bolivia, donde precisamente se ha cerrado la puerta a estas instituciones capitalistas, como el FMI o el Banco Mundial. Están haciendo ellos su propia política económica e invirtiendo muchísimo dinero en gasto social. Estos países están resurgiendo de una forma bestial. Mientras aquí se demoniza a Hugo Chávez, a [Rafael] Correa o el proceso de Bolivia, ellos se están descojonando de lo que nos está pasando aquí a nosotros. En breve, los panchitos seremos nosotros.
Estás dando ejemplos de políticos, un colectivo que en España cada vez tiene más descrédito. ¿La lucha es contra la política o por unos políticos adecuados?
La lucha es contra los políticos títeres, los que en una democracia se supone que deben proteger al ciudadano. Para eso sirve una democracia. Sin embargo, están protegiendo a quien nos hace daño. Hace poco, vimos a Mariano Rajoy diciendo que no nos preocupemos, que todo va mejor y que va a seguir inyectando dinero a la banca privada. Tócate los cojones. Mientras, siguen los desahucios, millones de españoles están pasando hambre. Entonces, te das cuenta de que la gente no cree en los políticos, pero no es un problema de política, sino de políticos concretos. Como he dicho antes, hay políticos en América Latina que sí son honestos y son íntegros, y que están haciendo todo lo contrario: parar los pies a estos bárbaros y proteger a su pueblo. Ojalá tuviésemos aquí un Hugo Chávez.
La mayoría de los integrantes del grupo sois de Vallecas, un barrio donde se está produciendo, según varios colectivos sociales, un proceso de “criminalización” de la lucha política. ¿Cómo veis estos últimos acontecimientos?
Viene en consonancia con todo lo que estamos hablando. Son chavales que se organizan y luchan, que están en las calles y a través de los medios de comunicación nos los hacen ver como bandas terroristas, para que la gente tenga miedo y los repudie. Sin embargo, hay gente que está dando la cara en la calle por todos. Se los detiene, se los retiene y no pasa absolutamente nada. Éste es el país donde no pasa nada, y pueden hacer lo que quieran con nosotros. Para eso, grupos como Ska-P estamos aquí, para intentar hacer nuestra contrainformación y hacer llegar a la gente la realidad de la calle.
Empezasteis con canciones de corte más anarquista y luego parece que habéis ido evolucionando. ¿Ha sido realmente así o simplemente cada miembro del grupo tiene sus ideas?
Exactamente. Es lo bonita la diversidad política siempre dentro de la izquierda. En Ska-P no hay un votante del PP (ríe), esto de lo aseguro, pero hay diversidad de opiniones. Algunos son anarquistas, otros no. Yo creo que decir «soy anarquista» es imposible hoy en día, somos simpatizantes anarquistas, siempre lo hemos dicho. Las ideas de Bakunin se llevan muy en el corazón pero para llegar a esa meta final, para llegar al ático, hay que pasar por el primer piso, el segundo, el tercero… Por eso, cuando nos preguntan por qué ese apoyo tan ferviente de Ska-P a Hugo Chávez o el socialismo, es porque creemos que forma parte del camino a seguir. Sólo hay que ver un poco los datos de lo que está ocurriendo en Venezuela. Es realmente acojonante. Que la gente deje de ver el titular «Chávez dictador», que es una mentira con mayúsculas, y profundice en lo que está pasando en Venezuela, en la revolución bolivariana. Se van a sorprender muchísimo.
Quizás la diversidad que hay en Ska-P debería ser un ejemplo para la izquierda española.
Es que en España no hay izquierda en estos momentos. La izquierda está totalmente dormida. Ni siquiera Izquierda Unida, que habla mucho pero hace poco. Debería estar ahí, de forma activa, apoyando a los desahuciados. Sí, es cierto que sale mucho en la tele quejándose de lo que hace el PP, de la política económica que estamos sufriendo, pero no actúa. Debería actuar, ser partícipe de la lucha con el pueblo. Me alegro de que Izquierda Unida vaya a tener un subidón en las siguientes elecciones, porque lo va a tener, pero a mí no me acaba de convencer todavía. Aún no hay una izquierda anticapitalista de verdad en España.
