Hay muchos niños palestinos muertos en la mira de los fusiles israelíes

Una foto publicada en su cuenta de Instagram por un soldado israelí, que muestra a un niño palestino en la mira telescópica de un rifle alta precisión, está generando muchas críticas. Críticas que a la postre se quedan en eso, porque los niños palestinos seguirán en el punto de mira de esas armas, como certifica la historia y la actualidad. La instantánea fue publicada el 25 de enero por Mor Ostrovski, de 20 años, miembro de una unidad de francotiradores israelíes. La imagen, que provocó una gran controversia en Internet, fue eliminada con suma presteza al día siguiente de ser difundida, según una información publicada en el diario israelí The Jerusalem Post.

«No hay otras imágenes que sugieran que el fotógrafo realmente disparó su rifle», escribió el activista palestino Ali Abuminah que dirige el sitio web Electronic Intifada. «La imagen es simplemente de mal gusto y deshumanizante. Encarna la idea de que los niños palestinos son objetivos». Eytan Buchman, un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, contó a ABC News que Ostrovski le dijo a su comandante el sábado pasado que él no había tomado la foto sino que la había sacado de Internet.

Hace tan solo unas fechas tuvimos oportunidad de admirar y conmovernos con la fotografía de Paul Hansen premiada en la edición de este año del World Press Photo. Suhaib Hijazi y su hermano mayor Muhammad fueron asesinados cuando su casa fue destruida por un misil israelí en Gaza. Sus tíos llevan sus cuerpos a la mezquita donde se celebrará el funeral. Como esas dos pequeñas víctimas, sobre uno de cuyos rostros vemos reflejada la noche inconsolable de la muerte, miles de niños palestinos estuvieron en la mira telescópica de las armas israelíes y han dejado de ser un proyecto de vida plantado por sus padres en la tierra que les pertenece. El asesinato de niños palestinos suele ser noticia de actualidad desde hace décadas en aquellas tierras en permanente conflicto. No se conoce otro pueblo en este planeta que sufra tan espantosa masacre durante tanto tiempo, ante la impotencia de los organismos internacionales llamados a evitarla.

La instantánea de Hansen, el fotógrafo sueco premiado por haber puesto su punto de mira profesional en el corazón de esa tragedia, hubiera sido un motivo oportuno para recordar y hacer balance de esa profusa matanza de inocentes, pero apenas hubo referencias a tan largo historial de sangre en los medios que publicaron la imagen, cuyo texto al pie se redujo a la más mínima información. A fin de incidir en esa llamativa elusión documental, me he permitido acompañar la fotografía del niño palestino enfocado en el punto de mira de un rifle israelí de alta precisión con la de Paul Hansen. Esta última es consecuencia de la primera, que gana así en barbarie.