A propósito o no, Beatriz Talegón se ha convertido en la noticia más importante de la Internacional Socialista (IS) celebrada en Cascais (Portugal). Esta líder de Juventudes Socialistas lanzó un discurso ante destacados miembros de la IS, entre ellos su presidente, el exministro griego Yorgos Papandreu, que dejó boquiabiertos a los presentes.
Beatriz Talegón censuró “los coches de lujo” y las reuniones “en hoteles de cinco estrellas”, además de “exigir su responsabilidad en los problemas mundiales”. Muchos de los centenares de delegados le aplaudieron, aunque algunos, como el mismo Papandreu le reprochó que “los que estamos aquí no luchamos desde hoteles de cinco estrellas, luchamos en las calles, en los sindicatos, en nuestros países». El debate, parece abierto en las filas socialistas, al menos desde abajo.
¿Cómo nació la idea del discurso?
El discurso en realidad, su contenido, viene en la línea de las críticas que desde hace mucho tiempo venimos haciendo los jóvenes a nivel internacional a nuestros partidos. Efectivamente, había un discurso escrito que quedó apartado en cuanto comencé a hablar. Las circunstancias, después de llevar un día esperando a que nos dejasen hablar, y escuchar todas las críticas de muchos compañeros a lo largo de la reunión, hicieron que cuando, al fin, nos tocó intervenir, trasladásemos el mensaje de una manera rotunda y pasional. No hay trampa ni cartón, las críticas son sinceras y la manera de expresarlo.
Parece que en el atril te vas calentando, ¿notas que las Juventudes Socialistas están cansadas?
En absoluto. Las juventudes socialistas están muy vivas, muy activas y muchas veces, muy frustradas. Pero lo bueno de la juventud es la capacidad de generar energía, de trabajar y sobre todo, de creer en unos firmes ideales.
¿Ha perdido el PSOE la batalla de la calle frente a los movimientos sociales?
Puede plantearse así si se mira de un modo rápido y quizás superficial. Pero no hay que olvidar que el Partido Socialista en España ha promovido un cambio, una evolución desde los primeros años de democracia. Que hoy podamos expresarnos en cierta libertad, tener una sanidad pública excelente y una educación pública de calidad son frutos del trabajo de un gobierno socialista. Los logros sociales tienen nuestra marca, aunque en los últimos años se haya debilitado. Es hora de recuperar la fuerza, de apostar por nuestros ideales y de construir un cambio muy necesario en nuestro país. De lo contrario, y ya lo estamos viendo, perderemos todo lo que ha costado tanto trabajo conseguir de un sólo plumazo.
¿Comprendes a movimientos como el 15-M cuando critican a los políticos?
Si, por supuesto que lo comprendo. Aunque hay muchos mensajes que deben ser tratados con cautela. Me ha dolido ver un radicalismo exagerado, que si bien es cierto surge de argumentos con razón, se ha llevado a veces a extremos muy injustos. No todos los políticos son iguales, no todos los partidos son lo mismo y hay muchas maneras de participar en la sociedad de manera comprometida y justa: dentro y fuera de los partidos políticos.
¿Te ha llamado alguien del partido para felicitarte por el discurso?
He recibido muchísimas felicitaciones. De muchísimos compañeros. Muchos conocidos, la mayoría. Y otros, no tan conocidos pero no por ellos menos importantes.
¿Y alguien que se haya molestado?
Hasta la fecha nadie me ha manifestado su molestia. Las críticas que he podido recibir se están dando por ciertos bulos malintencionados, pero sin menor importancia. Respecto a mi discurso y mis convicciones, nadie me ha hecho ningún reproche. Incluidos miembros del Partido Popular, de Izquierda Unida, del Partido Comunista, de organizaciones, gente independiente, me han hecho llegar sus palabras de cariño y de apoyo.
¿Qué crees que pensarían Rubalcaba y Elena Valenciano al oírte?
Yo creo que pensarían que los jóvenes asumimos el papel de compromiso, de veracidad y de coherencia que ellos también tienen y que, por las circunstancias, muchas veces no les es posible manifestar. Cualquier político coherente no puede estar más que a favor de nuestras palabras. De cualquier partido. Lo que yo les diría es lo que dije en el video, que nos escuchen, que nos dejen participar y que establezcan las vías para diálogos abiertos dentro de los partidos: no solamente para los que ya militan en ellos, sino para la ciudadanía que tiene mucho que decir. Es fundamental abrir las puertas para que entre el aire, para mostrar también quiénes somos y para que todo el mundo pueda ser partícipe de la construcción de la sociedad más justa para todos.
¿Has pensado en abandonar el PSOE?
Cuando uno milita en un partido tiene muchos momentos en los que piensa en tirar la toalla. Pero siempre me he dado cuenta de que hay compañeros geniales con los que trabajar, hay infinidad de proyectos en los que construir y más allá de las guerras internas que tanto desgastan y tan absurdas son, al final, una piensa en los ideales en las razones y la importancia del compromiso. Y siempre al final, decides seguir luchando. Todo proceso de compromiso requiere sacrificios y esfuerzos y a veces resulta más complicado que otras. Pero siempre, a la larga, uno mira hacia atrás y se da cuenta de todo el camino avanzado.
¿Por qué crees que a los políticos no les preocupan los jóvenes?
Creo que somos incómodos, y quizás haya una cierta actitud paternalista que de algún modo piensa que somos inexpertos, vehementes y algo radicales. Pero también nuestra actitud genera cambios, nuevas ideas y nueva energía muy necesaria para cambiar las cosas.
Lo más comentado es la frase sobre los hoteles de 5 estrellas…
Y no es lo más importante, creo yo, de lo que se dice en el vídeo de… ¡10 minutos!