SEVILLA // “Hemos entrado en un momento muy difícil en el Gobierno. Yo pensaba que era un miura de 600 kilos el que teníamos que torear. Y el miura ya va por más de mil. Es muy gordo y muy peligroso”, afirma Diego Valderas (Bollullos Par del Condado, Huelva, 1953), vicepresidente de la Junta de Andalucía desde mayo. Su formación Izquierda Unida, en una decisión histórica, decidió formar un gobierno de coalición con el PSOE.
¿Qué margen tienen, con la mayor crisis del sistema capitalista desde el crack del 29, para hacer cosas que acerquen un mundo más solidario y justo? “Esa realidad peligrosa, a lo mejor no la teníamos suficientemente calculada, lo reconozco. Son tiempos de emergencia, de solidaridad, de alternativas factibles. Ahora me doy cuenta de que hay cosas que están por encima. Y están muy mal. Hay un proceso de políticas neoliberales, de ajuste, de amenaza de intervención a ayuntamientos, comunidades, de discriminación hacia Andalucía, que está haciendo casi imposible generar una racionalidad. Estoy procurando que no nos coja el miura”, afirma Valderas.
El vicepresidente ha tenido que afrontar críticas internas, debido al decreto de recortes de salarios a los funcionarios que el Gobierno aprobó a los pocos días de formarse. “Nadie va a juzgar a IU por un plan aprobado a los nueve días de estar en el gobierno. Fue un plan de ajuste sobrevenido. Madrid impuso unos recortes de 1.200 millones de euros en unos presupuestos que nosotros votamos en contra. La dura realidad y la actitud acorraladora del Gobierno central, que pone una espada de Damocles sobre Andalucía ha hecho que haya un proceso de ajuste. A partir de ahí, en ese terreno hemos intervenido. Hemos dicho: no salga el decreto, negóciese con los sindicatos. Se está viendo, no creo que los sindicatos entren, pero son escuchados. IU no está de acuerdo con la política europea, pero al ser Andalucía una unidad de gasto no hay margen”.
¿Cuál es este margen de maniobra? “Son las líneas rojas, la educación, la sanidad, hacer las cosas con el menor nivel de sacrificio para las personas afectadas y, sobre todo, una cosa: nadie a la calle. Esa es la clave. Otra línea es no privati- zar. Y ya trabajamos para que el año que viene no se toque el capítulo uno. Que los funcionarios tengan claro que no habrá rebajas si viene otro apretón del Gobierno central”. Valderas añade: “El margen lo tiene Madrid. Si se aplica una política fiscal en la que nadie defraude a Hacienda, se pueden hacer cosas. Cuando se premia al que defrauda, es imposible”.
Valderas tiene otra preocupación. Considera que los ciudadanos deben ponerle rostro a los responsables de “esta política salvaje”, que, a su juicio, son “el gobierno actual y el de anteayer”. “La política de Zapatero condujo a esto. Una sociedad democrática no puede aceptar, y ojalá los ciudadanos se dieran cuenta, que una Constitución diga que antes está pagar deudas a los banqueros que dar de comer a sus ciudadanos. Es un contrasentido. Yo creo que más pronto que tarde, la sociedad acabará derrotando a los mercados. En eso estamos en Andalucía y espero que sea valorado”.
¿Cree Valderas que el rescate europeo a los bancos va a perjudicar las cuentas andaluzas?
“Esto se va a resolver sobre las espaldas de los ciudadanos. Los 100.000 millones significan cómo el modelo especulativo del sector financiero ha jugado antes, en las vacas gordas, y ahora, en las vacas flacas, contra los mismos. Siempre los modelos especulativos van contra ellos. Los especuladores siguen engordando a costa de los demás. No es posible que haya dinero para los especuladores y se lo quiten a Salud y Medio Ambiente”.
Poco margen financiero
Con la caja vacía, IU trabajará en los flancos que son gratis y marcan la diferencia entre izquierda y derecha. “En un año habrá una ley de participación ciudadana en Andalucía. Queremos que los ciudadanos tengan capacidad de actuar sobre los presupuestos, ya sean locales, provinciales o de la propia Junta. Hay que encontrar canales que permitan conectar opinión y participación y que esto suponga una mayor implicación de los ciudadanos en la vida política”.
El vicepresidente sitúa este asunto como estratégico. “Para ganarle la batalla al neoliberalismo, debemos hacernos fuertes desde la base. Por arriba no se solucionan los problemas de la gente de abajo. Los gobiernos no se miden por cómo tratan de bien a los poderosos, sino por cómo solucionan los problemas de los débiles. De ahí este tema. La participación se canalizará sobre la base de tres criterios fundamentales: repartir mejor, priorizar bien y decidir con la gente”.
Comisión de investigación La comisión de investigación de los ERE fraudulentos es otro asunto que marcará la política de IU. Negada por el PSOE una decena de veces durante la legislatura pasada, la aprobación de esta comisión propició el pacto PSOE-IU. ¿Será una comisión de verdad o servirá para cerrar en falso un asunto comprometido? “Se hará sin vetos ni prisas. No habrá elementos que impidan llegar al fondo del asunto. Ahora, el PP no puede negar la de Bankia y pretender aquí sacar de foco la cuestión”.
En el Gobierno de coalición, IU tiene las competencias de Vivienda. Valderas valora muy positivamente el trabajo de la consejera Elena Cortés. “Ha habido aciertos, nos hemos puesto del lado de la ciudadanía impulsando la negociación con la banca para ver cómo paramos los desahucios. Y estamos viendo cómo modifi- car las leyes para impedir que nadie sea desahuciado de su primera vivienda”.
Tener la responsabilidad de gobernar no es fácil en una formación tan crítica como IU. Ya se han levantado voces contra determinadas actuaciones del Gobierno. “A veces es la falta de información”, dice Valderas. “Cuando la gente se informa, empieza a comprender. La verdad es un concepto revolucionario, porque cuando la ciudadanía conoce, se implica en la respuesta colectiva. Si dijéramos mañana no se paga la deuda, esto no salvaría la situación, porque la caja está vacía. Por tanto, hay que ver cómo se fortalece la caja para repartir mejor”.
¿Dentro de cuatro años, qué cosas le gustaría a Valderas haber hecho? “Dos cosas. No podemos tener ni la misma tasa de paro no la de pobreza. Y tenemos que conseguir que haya otra forma de gobernar”.