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¿Estás viajando sola? ¡Mándanos tu experiencia!

¿Alguien le dijo a Marco Polo que lo podían violar en la India? ¿Alguien le recriminó a Fogg que no iba a poder con tanta maleta? Si has viajado sola o lo estás haciendo, puedes enviarnos un texto o un vídeo de un minuto a redaccion@lamarea.com

La Marea

27 julio 2016 Una lectura de 2 minutos

Carmen Rengel pasó una amarga noche en Jerusalén. Magda Bandera sobrevivió a un ligón de sauna en Escandinavia. Olivia Carballar echó mano de su spray antimocos en Nueva York. Cristina Bocanegra quería ser desde pequeña como Humphrey Bogart en La Reina de África. Caridad Riol se sintió observada a su llegada, pero estuvo tranquila en Varanasi, en la India. Y a Ana Claudia Rodríguez todos querían seducirla en su viaje por la Patagonia. La Marea recoge en su dossier A mi bola los relatos en primera persona de estas seis viajeras. Este domingo publicamos el segundo, escrito por la médica Cristina Bocanegra.

¿Y tú? ¿Has viajado sola? ¿Estás viajando estos días sola? Si te apetece contarnos tu experiencia, puedes enviarnos un texto o un vídeo de un minuto a redaccion@lamarea.com. En el dossier abordamos el derecho de las mujeres a viajar solas por encima de prejuicios y miedos, sin obviar las agresiones machistas que amenazan su libertad. La ruta de Marco Polo, la vuelta al mundo de Fogg, la llegada del hombre a la Luna… Ficticios y reales. En los viajes que han pasado a la historia que nos han contado no salen las mujeres, que se siguen enfrentando desde hace siglos a los miedos reales y ficticios creados por el patriarcado.

¿Alguien le dijo a Marco Polo que lo podían violar en la India? ¿Alguien le recriminó a Fogg que no iba a poder con tanta maleta? ¿Le habrían preguntado a Colón dónde iba sin mujeres? ¿Se cuestionó Armstrong con quién iba a dejar a sus hijos? Algunas mujeres renuncian a viajar solas por los miedos que les inculcan. Otras se enfrentan a ellos, que son los mismos que los que sienten al volver a casa solas de noche. Algunas lo hacen y vuelven con miedo. A otras se les quita cuando lo hacen. No es lo mismo ir a Nueva York que a Ciudad Juárez, pero tanto en un destino como en otro todas cargan, aparte de sus mochilas, el peso de la desigualdad por ser mujer. La sociedad -los gobiernos- deberían dar las vueltas necesarias a este mundo machista hasta cambiarlo.