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Los principales partidos apuestan por la OTAN, salvo IU

Analizamos las propuestas electorales en materia de Defensa y Fuerzas armadas de PP, PSOE, Podemos, Unidad Popular-IU, Ciudadanos y UPyD.

Dani Cabezas

17 diciembre 2015 Una lectura de 6 minutos

Las propuestas en materia de Defensa y Fuerzas Armadas en los programas electorales de los partidos de cara a las elecciones del 20-D son dispares. Desde aumentar el presupuesto a someter a referéndum las intervenciones en el exterior, pasando por diferentes reformas que afectan a los derechos laborales de los militares, la permanencia o no en la OTAN, una mayor presencia de la mujer en las Fuerzas Armadas, el fin del carácter militar de la Guardia Civil o las diferentes formas de luchar contra el yihadismo.

Mientras que los programas del PP y Ciudadanos coinciden en varios puntos -algo parecido ocurre con los de PSOE y UPyD– los de Podemos y Unidad Popular-IU cuentan con importantes diferencias entre sí: unos optan por una democratización profunda de las Fuerzas Armadas; los otros, por un giro de 180 grados en la política de Defensa y una aposta clara por la no violencia.

Estas son las principales líneas de cada uno de los partidos:

Partido Popular

El programa del PP en materia de Defensa está marcado por una línea claramente continuista. Bajo el epígrafe Defensa: Más seguridad, más libertad, el de Mariano Rajoy desarrolla un total de 30 puntos en los que apuesta por un «incremento progresivo de la inversión en Defensa» y por mantener «el firme compromiso de España con sus socios y aliados mediante nuestra participación activa y decisoria en las organizaciones internacionales de seguridad y defensa de las que somos miembros».

Los conservadores quieren «consolidar y ejecutar el plan de acción de la Sanidad Militar» y poner en marcha una Ley de Movilidad «para atender las necesidad específicas que tienen las familias de los militares». Asimismo, el partido del Gobierno hace hincapié en la necesidad de «potenciar la cultura de Defensa entre los ciudadanos para dar a conocer la actividad de las Fuerzas Armadas», poner en marcha un nuevo protocolo contra el acoso sexual o modernizar las instalaciones e invertir más en ciberseguridad, entre otras propuestas.

PSOE

El Partido Socialista aborda la Defensa dentro de su capítulo Nuestra visión de España en el mundo, en el que se refieren a algunos de los principales conflictos internacionales y su manera de enfocarlos. Se defiende «un diálogo fructífero con Rusia y mejorar la cooperación con acuerdos que puedan contemplar la seguridad mutua», así como «fomentar el diálogo intercultural e interreligioso entre Instituciones como la Alianza de Civilizaciones» o «respaldar la participación de España en misiones internacionales de paz avaladas por las Naciones Unidas«. También aboga por el «desarrollo de la Política Común de Seguridad y Defensa con la finalidad de construir a medio plazo unas Fuerzas Armadas Europeas».

Para el PSOE, la apuesta en materia de Defensa pasa por un modelo centrado en «la cooperación internacional, la ayuda al desarrollo y la estabilidad, la diplomacia preventiva y las soluciones negociadas, así como la defensa cuando sea imprescindible». El PSOE elogia la labor de las Fuerzas Armadas, de las que sostiene que «desempeñan una extraordinaria misión en la defensa de la paz y la seguridad en el mundo». Critica al PP por haberse dedicado a gestionarlas «burocráticamente», un problema ante el que defienden un «plan de reestructuración orgánica y de infraestructuras».

Podemos

Entre sus propuestas estrella en materia de Defensa, el partido de Pablo Iglesias lleva en su punto 325 el «sometimiento a consulta ciudadana de la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones militares internacionales». Podemos también promete revisar y auditar el convenio con Estados Unidos
sobre la base militar permanente en Morón y modificar la Ley de Derechos y Deberes de los militares para que tengan «los derechos fundamentales de reunión, manifestación, asociación, libertad de expresión, sindicación y afiliación a partidos políticos».

Respecto al papel de España en la OTAN, la formación morada cree necesario dotar de una «mayor autonomía de España y Europa» en la organización. Para ello quieren «profundizar en la Política Común de Seguridad y Defensa y en la Europa de la Defensa para afrontar las relaciones con nuestro entorno y las problemáticas globales desde una perspectiva exclusivamente europea». En este sentido, Podemos apuesta por «neutralizar el papel desestabilizador de la OTAN en Europa del Este, congelar las fronteras actuales de la alianza y detener la instalación del escudo antimisiles en el este de Europa y el mar Báltico». A medio plazo, Podemos apoya «la compatibilidad de la alianza con una arquitectura de seguridad paneuropea en la que participe Rusia».

Podemos también propone renegociar los contratos con la industria armamentística y evitar las puertas giratorias entre administración pública y Defensa. Asimismo, propone que un grupo de expertos, apoyados por la ciudadanía, rediseñenen las Fuerzas Armadas para darles una forma «más acorde a las necesidades de España».

Ciudadanos

Del mismo modo que el PP, Ciudadanos apuesta en su programa por aumentar la partida destinada al ministerio de Defensa «avanzando paulatinamente hacia la media del PIB de otros países de nuestro entorno». La formación de Albert Rivera defiende la necesidad de «reforzar la participación de España en misiones internacionales», asumir los compromisos con la OTAN, la UE y la ONU y de hacerlo «con los medios materiales necesarios», así como de impulsar una nueva Ley de la Defensa y «actualizar la Directiva de Defensa Nacional y la Estrategia de Seguridad Nacional«.

Del mismo modo, la formación naranja cree necesario potenciar el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y «garantizar la operatividad de las Fuerzas Armadas asegurando el cumplimiento de los mínimos anuales de horas de adiestramiento, entrenamiento, maniobras y mantenimiento». También pone encima de la mesa la creación de un Plan de Inteligencia del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) que «lo convierta instrumento indispensable para el planeamiento, conducción y ejecución de las operaciones militares».

Unidad Popular-Izquierda Unida

La formación que lidera Alberto Garzón aborda la cuestión de la Defensa en la última parte de su programa, bajo el epígrafe Paz y Solidaridad. Lo hace con una contundente declaración de intenciones: «Es necesario un nuevo enfoque de la seguridad, basado en la resolución de conflictos por vías no violentas, que aborde el desarrollo y la seguridad como algo estrechamente relacionado», explica el programa. Un marcado carácter antimilitarista que propone una manera alternativa de enfocar los conflictos internacionales basada en la no violencia.

«No habrá seguridad sin justicia internacional y sin anular la injerencia y la explotación de los recursos de unos países por otros, porque el expolio de los pueblos y las guerras para garantizarlo, son la causa principal del drama de la emigración y el asilo. La mejor defensa se basa en la construcción de la justicia, en la prevención de los conflictos, en la cooperación, en la acción humanitaria, en el conocimiento intercultural y en la construcción democrática».

UP-IU defiende la salida de España de la OTAN y la retirada de sus bases en España, al tiempo que se compromete a trabajar «en pro de la disolución de esta alianza militar». La coalición defiende una reducción «drástica» del presupuesto militar y llevar a cabo un exhaustivo control de la venta de armas.

UPyD

Tras la salida de la que fuera portavoz en materia de Defensa, Irene Lozano, que se mostró muy activa en el Parlamento y crítica con el papel de Pedro Morenés al frente del ministerio de Defensa, la formación magenta habla de «establecer un gasto en Defensa racional, recuperando los niveles de inversión perdidos durante las pasadas legislaturas». El partido que lidera Andrés Herzog cuenta cin un apartado específico, el último de su programa, en el que destaca 14 medidas a promover. Entre otras, igualar las retribuciones de los profesionales de las Fuerzas Armadas con los de técnicos comparables de la Función Pública del Estado, mejorar de la calidad de vida de los miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias «mediante un diseño adecuado de la jornada laboral» o «revisar» la prohibición de los miembros de las Fuerzas Armadas a militar en asociaciones y formaciones políticas.