MADRID// «Asturias es una región en la que históricamente se han defendido los derechos de la clase obrera y las libertades en general. Y en esa fuerza, que es verdad que tenemos, la lucha feminista no podía quedar atrás. Es una tierra de tradición de mujeres feministas muy luchadoras y batalladoras», afirma orgullosa la presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres, Begoña Piñero. La historia así lo confirma. Desde 1934, cuando los mineros se enfrentaron a la patronal asturiana primero y se rebelaron contra la entrada de la CEDA en el Gobierno de la época después, hasta la marcha negra del verano de 2012, pasando por la primera gran huelga obrera bajo el régimen franquista, en 1962, Asturias ha sido tradicionalmente un referente de la lucha obrera española.
Es precisamente de esta tierra donde nació la idea del Tren de la Libertad, que ahora se ha convertido en la primera convocatoria estatal contra la intención del Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, de reformar la ley del aborto. Piñero cuenta que «la idea surgió en una comida entre las Mujeres por la Igualdad de Barreros y la Tertulia Feminista Les Comadres. Fue una comida que adelantamos porque teníamos la necesidad de hablar sobre horror de año que hemos vivido, y fue donde decidimos que hasta ahí habíamos llegado».
Fue entonces cuando se les ocurrió compartir con el resto de asociaciones feministas la propuesta de que se juntaran en Madrid “con quienes comparten que decidir es un derecho y que nadie tiene que imponerle a una mujer ser madre». En un principio, creyeron que una expedición de 150 mujeres era apuntar demasiado alto, pero la realidad ha superado sus expectativas. «Cubrimos las 150 plazas que nos dieron, luego quienes quisieron sumarse las fueron comprando individualmente y ahora vamos personas de toda España», señala Piñero.
Sobre todo mujeres, pero también muchos hombres, de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, País Vasco… De todos los puntos del país saldrán grupos que se reunirán el 1 de febrero en Madrid, aunque no será el único apoyo con el que contarán. Fuera de nuestras fronteras, ya se han confirmado diferentes actos en solidaridad con la protesta española en países como Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina. El apoyo masivo, tanto nacional como internacional, que ha tenido la iniciativa de las feministas asturianas supone un refuerzo a la lucha obrera tradicional en esta tierra: la de la experiencia de lucha y conquista de derechos de los movimientos feministas españoles.
Desde que la escritora gallega Concepción Arenal dejó claro que las mujeres también tenían que recibir educación superior, a mediados del siglo XIX, las reivindicaciones feministas no han dejado de sucederse y de satisfacerse. Conquistas como las de dejar de estar tuteladas por el padre o el marido, el derecho al voto o a trabajar en las mismas condiciones que los hombres, el divorcio, la revolución sexual o, a mediados de los 80, el derecho a decidir sobre si querían ser madres o cuándo serlo, son algunas de las que se han obtenido a costa de la integridad física, la libertad e incluso la muerte de muchas mujeres. Un sacrificio realizado para que las mujeres viéramos reconocidos una serie de derechos a los que ni Begoña Piñero ni ninguna otra feminista están dispuestas a renunciar.
El 1 de febrero
Lo primero sobre lo que Begoña Piñero quiere hablar es la paralización de la privatización de los hospitales madrileños. «Todas las personas que vamos a llegar a Madrid, de una u otra manera, le damos la enhorabuena y las gracias a la marea blanca por su constancia en la lucha de la defensa de la Sanidad pública y de calidad. Además, cualquier victoria nos da ánimos para pensar que nosotras también podemos parar esta atrocidad, que lo vamos a hacer», asevera.
Piñero explica que las mujeres de la Tertulia Feminista Les Comadres llevan toda su vida peleando por que las mujeres tengan derecho a decidir sobre su cuerpo, «y nunca soñamos, ni en nuestras peores pesadillas, que iríamos hacia atrás y que nos iban a quitar la ley de 2010″. Entre otros motivos, porque, tal y como explica, «no generaba ningún problema en la sociedad y la sociedad no ofrecía ninguna resistencia como para atacarla ahora«.
Según su opinión, mediante la reforma de la ley del aborto, el Gobierno pretende que «se tengan hijos, salgan como salgan en cuanto a su salud, o ya sean gemelos, trillizos, lo que sea», lamenta. Debido a la política de recortes, que dificulta que las mujeres tengan medios para atender a sus bebés, Piñero asevera que «tendrán que volver a su casa, porque sabemos, desgraciadamente, que quien se quedaría en casa para atender al niño sería la mujer. De esta forma matarían dos pájaros de un tiro: el primero imponer su ideología y el segundo mejorar de manera engañosa las cifras del paro», sostiene.
Asegura que las protestas no pararán hasta que no consigan impedir esta reforma y garantizar que se respetará una ley de plazos que considere que las mujeres son capaces de tomar sus propias decisiones. «Me gustaría terminar con una reflexión de Amelia Valcárcel –solicita la presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres-, y es que una vez que las mujeres saboreamos la libertad, no estamos dispuestas a perderla». Advertido queda.
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