BARCELONA // Por primera vez desde que Convergència i Unió (CiU) entró en el Govern en 2010, los presupuestos de la Generalitat de Cataluña no incluirán nuevos recortes. Las cuentas para 2014 presentadas este martes por el conseller de Economia i Coneixement, Andreu Mas-Colell, no recuperan las partidas recortadas en los años anteriores, pero tampoco incluyen nuevos ajustes en el gasto.
Para ello, el Govern recurre a la implementación de nuevos impuestos, a la venta de patrimonio de la Generalitat, y a privatizaciones. Por estos dos últimos conceptos, prevé ingresar 2.318 millones de euros extra que permitan ajustarse a la cifra de déficit dictada por el Ministerio de Hacienda, situada en el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán (1.948 millones de euros).
Mas-Colell no ha detallado qué servicios públicos se van a privatizar, pero espera obtener 1.454 millones por esta vía. “No le puedo dar detalles de programas específicos, aún estamos trabajando y nos reservamos decirlo hasta que los análisis estén muy concretados”, ha afirmado en respuesta a los periodistas. Son ejemplos de estos procesos las ventas ya realizadas a Abertis de la gestión de los túneles del Cadí y el de Vallvidrera, o la adjudicación a Acciona de la gestión de Aigües Ter-Llobregat (ATLL), que se encuentra parada tras una sentencia desfavorable del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que el Govern ha recurrido. También podrían ser susceptibles de venta activos como las depuradoras o terrenos propiedad de la Generalitat.
Los presupuestos que entrarán en vigor el próximo 1 de enero han sido consensuados con ERC, con quien CiU mantiene un pacto de estabilidad que le permite seguir gobernando. De hecho, la aplicación de algunos de los nuevos impuestos constaba en el documento de acuerdo que firmaron ambas formaciones tras las últimas elecciones autonómicas.
Nuevos impuestos
Es el caso de la recuperación de un tramo del impuesto de sucesiones, que afectará a las herencias superiores al millón de euros. También a la creación de una tasa sobre emisiones contaminantes y otra sobre los depósitos bancarios, que no se podrá aplicar después de que el Gobierno central fijase una similar al 0% que impedía a las autonomías impulsar el suyo propio. El Govern, sin embargo, espera que el Gobierno lo indemnice por este concepto, y ha vinculado dicha indemnización a la recuperación de una paga extra de los funcionarios.
La venta de patrimonio de la Generalitat es uno de los pilares sobre los que se sustentan los nuevos presupuestos, pues debe aportar 864 millones. Mas-Colell no ha concretado todas las ventas previstas, pero entre éstas se encuentran, por ejemplo, edificios de oficinas. Ya el año pasado, la Generalitat puso a la venta 19 inmuebles por un valor total de 360 millones de euros.
El diputado de la CUP Quim Arrufat ha criticado duramente las privatizaciones y la venta de patrimonio a la que se aferra el Govern para cuadrar las cuentas, acusando al ejecutivo de «vender el país a precio de saldo» con una «privatización masiva» de la Generalitat. «Ahora entendemos el concepto de business friendly«, ha lamentado Arrufat, que ha augurado que los mercados privados «harán su agosto» con la compra del patrimonio público.
Las partidas más delicadas crecen ligeramente
“Hemos llegado al límite”, ha expresado el conseller en referencia a los recortes, que han supuesto un 22% de ajuste en el gasto público catalán en los últimos tres años. El porcentaje destinado al gasto social se incrementa ligeramente, si bien en relación al número de habitantes retrocede a niveles de 2004. Especialmente significativo es el aumento en partidas delicadas por la polémica suscitada en los últimos años como es la destinada al pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI), que crece en 70 millones, así como las ayudas para los afectados por los desahucios, las becas comedor y la pobreza infantil.
La mayor partida dedicada al gasto social es la de Sanidad (8.216 millones), seguida de Educación (4.174 millones) y Bienestar Social y Familia (1.630 millones). El gasto total de la Generalitat se mantiene estable en los 20.372 millones de euros, apenas un 0,2% más del presupuesto de 2012, que se prorrogó durante este año. El coste de los intereses de la deuda crece muy ligeramente respecto al de los presupuestos anteriores, pasando de los 2.000 millones de este 2013 a 2.077 millones.
La portavoz de ICV-EUiA en el Parlament, Dolors Camats, ha lamentado que los prespuestos constaten que «los recortes han venido para quedarse», ya que no se revierte ninguno de ellos. «Es mentira que sean unos presupuestos más sociales«, ha sentenciado Camats. ICV-EUiA critica que el Govern presente los presupuestos como más sociales aludiendo a que el gasto destinado a estas partidas aumenta del 68% en 2010 al 71% en el 2014 pues, teniendo en cuenta los recortes acumulados, este gasto se ha reducido en 3.074 millones durante este período.
