Sociedad

¿Quién empuja el CSIC?

Cinco trabajadores relacionados con el CSIC cuentan cómo las decisiones de gestión tomadas desde un despacho condicionan, no sólo sus vidas, sino las investigaciones ya en marcha.

Comentarios
  1. Sería interesante que además de reclamar, los científicos españoles acudan a su trabajo a diario y fichen sus entradas y salidas porque al final muchos trabajan cuando les da la gana. Con la excusa de que la ciencia no tiene horarios se ha abandonado a la moral personal de la gente de ciencia que haga lo que le plazca,como así sucede. Incluso entre los que acuden no es raro ver cómo a veces se ficha para a continuación irse a resolver asuntos personales, como lkevar a los niños al colegio.La gente está muy cualificada pero los ritmos son muy muy pausados,entre café y café.Esto por no hablar de las mil razones para dejar cosas para el día siguiente. Por poner un ejemplo hay veces que se jubila alguien y la fiesta del departamento dura 2 dias laborables: el que se falta al trabajo para ir a un restaurante y el siguiente para recuperarse de la resaca. Otro ejemplo: las lecturas de tesis y los convites posteriores.

    • Estimado Miguel A. Lo que en su opinión son ritmos de trabajo pausados, han llevado al CSIC a convertirse en la novena institución mundial en cuanto a producción científica. Y lo que usted llama «moral» se conoce en otros países como flexibilidad laboral. Si permitiendo esta flexiblidad se alcanza tal calidad científica, ¿cuál es el problema? Ahora usted podría responderme que el problema viene cuando los investigadores no cumplen todas las horas de su jornada laboral. Y aún sin poner la mano en el fuego por nadie, le puedo asegurar que en el centro donde trabajo, se invierten muchas horas fuera de horario (incluso en fines de semana). ¿O es que esas horas, invertidas en ciencia, no cuentan por llevarse a cabo «fuera de horario»? Y por último, le pediría, por respeto hacia el trabajo de los demás, que no generalice de esa forma. Saludos!

    • Miguel A.,
      Su generalización es una falta de respeto para las personas que trabajamos en ciencia. Debería informarse más antes de decir esas cosas.
      Le invito al Instituto de Neurociencias de Alicante cuando usted quiera. Incluso podríamos quedar un domingo, así puede ver usted mismo la cantidad de gente trabaja fuera de lo que usted llama «horario laboral».

      • Matías, no le falta a Ud. razón cuando dice que hay personas que pueden acudir a trabajar los fines de semana, pero temo que está Ud. haciendo de las excepciones la regla. Por supuesto que hay personas con una gran vocación y no dudo que también será su caso personal.En la empresa privada también se trabaja en fines de semana y como Ud. comprenderá, si ésta se rigiera por los mismos criterios de «falta de productividad» por los que se rigen muchos de Uds. (no todos, de acuerdo), dispondrían de menos dinero todavía para financiarse porque la economía se iría al traste.En cualquier caso, ¿para cuándo un premio Nobel? (era broma).
        Alguien por ahí confundía que se pueda decidir no cumplir el número de horas o, peor, no acudir a trabajar(¡sin que haya consecuencias!), con la «flexibilidad laboral», que es otra cosa muy distinta. Supongo que la asistencia será algo «difícil» de controlar y nadie se atreverá a hacerlo. Uds. sabrán si la organización es mejorable o no. Lamento de nuevo haber generalizado, pero lo que he dicho ha sido con conocimiento y porque sé que no es un problema meramente testimonial. Si el resto de la ciudadanía lo supiera se les echaría encima, como ya sucedió con el caso de la Ciudad de la Justicia de Valencia. Yo quiero lo mejor para Uds., créame, pero deben también mirarse a Uds. mismos y al mundo que les rodea. Mire, cuando a diario veo a nuestros políticos comprendo que no todos pueden ser corruptos,quizá ni la mayoría lo son, pero algo tienen «todos» en común: callan al ver la «corrupción» del compañero. Y eso no es bueno, especialmente en tiempos de crisis.

  2. Y mientras tanto el estado español continúa dilapidando 10.000 millones de euros anuales en financiar a los obispos católicos ultramontanos, antidemocráticos, supersticiosos, sexistas y discriminadores cuyo principal misión es convencernos de que el hijo zombi (fruto de las relaciones sexuales zoofílicas de una virgen con una paloma sideral) enviado a este mundo para expiar el pecado frutal cometido por dos analfabetos al principio de los tiempos en el Jardín del Edén es la solución a todos nuestros problemas, siempre y cuando continuemos llenando nuestra geografía con más iglesias y catedrales porque parece ser que las miles que ya tenemos no son suficientes para contentar a la irascible y egocéntrica zarza ardiente que parece ser que creó todo el Universo. Así que ya saben: cuando su hijo enferme de cáncer, nada de acudir al hospital solicitando el último tratamiento médico sino que como piadosos e ignorantes creyentes, pues a rezar al santo de turno, la virgen María o a la politeísta santísima trinidad se ha dicho. ¡Ah! Y a esperar la gracia divina, aunque por la experiencia previa de estos 2.000 últimos años demasiado tacaña es. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/05/para-que-invertir-en-investigacion-si.html

  3. Probablemente la respuesta mas interesante y contundente es la de Mar Garcia-Hernandez..“No nos queda más remedio que asumir que no tenemos recursos naturales y sólo nos queda hacer inversión en investigación”. ¡Ese es el cambio de paradigma que hay que escupir a diario en las discusiones sobre España!. Montes sin leña, mares y rios sin peces y gente mal educada, la única salida es invertir en investigación lo poco que saquemos del turismo low-cost de sexo y drogas.

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