MADRID // Frente a un gobierno que se muestra resignado ante el empobrecimiento de la sociedad y la sangría de seis millones largos de parados, muchos ciudadanos se están organizando para proclamar que hay alternativas. Ese es el mensaje que pretende trasmitir el colectivo Hambre de Justicia, cuyos miembros han alcanzado hoy su tercera semana en huelga de hambre en la ciudad de Huesca con un objetivo claro: denunciar las políticas económicas del Gobierno de Mariano Rajoy.
«Ante la barbarie de los mercados financieros, la brutal especulación sobre el suelo y la vivienda, y las políticas liberales o neoconservadoras que han engendrado la crisis del sistema y han tenido como resultado el desmantelamiento de los servicios públicos y el empobrecimiento de la sociedad (ya que en la década 1997-2007, los salarios subieron un 46%, mientras que la vivienda lo hizo en un 280%), l@s ciudadan@s nos sentimos desesperad@s por las soluciones basadas en exclusiva en los recortes que plantea este Gobierno», explica el manifiesto de este colectivo que promueve el ayuno que comenzó el pasado 14 de abril y que durará un mes, hasta el domingo 12 de mayo.
Desde que empezó esta protesta, 111 personas se han sumado a ella, aunque sólo seis ayunan de forma permanente bajo la supervisión de un médico. El resto han participado renunciando a ingerir alimentos durante varias horas, un día o dos.
Ángel Borruel es uno de los seis activistas que desde el 14 de abril – aniversario de la proclamación de la II República- ayuna para defender la idea de que hay alternativas. Y aunque él y sus compañeros están muy satisfechos por la repercusión de su protesta, Borruel precisa que la decisión de ayunar durante todo un mes no obedeció al imperativo de obtener resultados a toda costa sino a «un mandato del corazón», asegura por teléfono desde Huesca: «Esta mentalidad mercantilista que vincula el éxito de una iniciativa a sus logros no es la nuestra. Hemos obtenido repercusión y tanto mejor, pero ante todo esto lo hemos hecho porque nos lo pedía el cuerpo».
Una afirmación que comparte Íñigo Aramendi, otro de los huelguistas permanentes, que asegura que, «en un contexto de un gobierno de oídos sordos que aplica una terrible política de recortes», querer forzar la obtención de resultados concretos, conduciría a «no hacer nada». «Esta iniciativa, que no responde a ningún interés corporativo ni personal, ha aunado a sindicalistas, militantes de partidos políticos, miembros de colectivos de cristianos de base, etc, y todo con el fin de empujar a la sociedad y crear conciencia», recalca Aramendi.
Crear empleo y sin recortar
El economista Arcadi Oliveres, el portavoz de la plataforma Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch y el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, entre otros, han dado su apoyo a esta iniciativa que no se limita a reclamar en abstracto un cambio de la política económica, sino que pone propuestas concretas sobre la mesa. Propuestas como el aumento de la fiscalidad del 30% del PIB actual a la media de la Unión Europea del 42%, lo que según los promotores de Hambre de Justicia generaría 120.000 millones de euros, lo suficiente para crear «6 millones de empleos a 1.000 euros con 14 pagas y cuotas de la Seguridad Social» incluidas.
El manifiesto del colectivo -al que ya se han sumado «alrededor de un millar de personas», precisa Borruel- propone a su vez medidas para combatir el fraude fiscal, endurecer la legislación contra la corrupción pública, así como una auditoría de la deuda pública, que permita identificar la parte del endeudamiento destinado a «sostener al entramado financiero-especulador», con el objetivo de dejar de pagar esta deuda considerada ilegítima. Hambre de Justicia aboga también por medidas como la dación en pago retroactiva y la defensa y promoción de servicios públicos vitales como la Sanidad y la Educación.
La huelga de hambre del colectivo concluirá el próximo fin de semana con un ayuno masivo el día 11 y con la manifestación para celebrar el segundo aniversario del 15M del domingo 12 de mayo. Pero antes, explica Borruel, representantes de Hambre de Justicia acudirán este miércoles al Congreso de los Diputados de Madrid, invitados por el grupo parlamentario Izquierda Plural, con la intención de dar a conocer su manifiesto «a todos los grupos parlamentarios». Dos días después, el viernes 10 de mayo, los activistas presentarán también su propuesta en las Cortes de Aragón.
El manifiesto del colectivo tiene un marcado contenido económico, pero sus autores quieren ir más allá y para ello se están planteando discutir en asamblea propuestas para «diseñar una nueva arquitectura democrática, incluyendo la jefatura del Estado, cambios en el modo de representatividad de la ciudadanía y también en la organización de los partidos políticos», explica Borruel.