VALENCIA // El embajador de Venezuela en España, Bernardo Álvarez Herrera, acudió ayer a Valencia para ofrecer una conferencia sobre los retos de este país y la importancia estratégica del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), UNASUR (Unión Suramericana de Naciones) y CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
Durante su charla, el diplomático se refirió a la salud del presidente Hugo Chávez para asegurar que se encuentra en una “batalla compleja” y justificar al gobierno que “ha sacado 48 comunicados sobre su estado de salud”. Así, indicó que “pese a los constantes rumores”, en el país “hay un estado de absoluta tranquilidad” y de respeto por la vida y las decisiones del presidente.
Justo hoy el gobierno venezolano ha dado uno de esos partes de salud en los que anuncian que «existe un empeoramiento de la función respiratoria relacionado con el estado de inmunodepresión propio de su situación clínica, actualmente presenta una nueva y severa infección».
El delicado estado de salud del presidente venezolano ha disparado las alarmas sobre la continuidad del chavismo en el país. En este sentido, el embajador apeló a un “liderazgo global” al recordar que el partido tiene 20 gobernadores de los 24 estados y que lo importante es ver “cómo se puede fortalecer un liderazgo colectivo sin que eso haga coartar la posibilidad de que se expresen distintas fuerzas y que se desarrollen liderazgos”. Para ello aseguró que uno de los desafíos del chavismo es “ir diseñando un liderazgo colectivo, que el propio presidente ya había promocionado”.
Asimismo, aprovechó para criticar a la prensa española tanto por las informaciones de ABC “desde Miami” como de El País, medio que a su juicio “debería pedir perdón a todo el pueblo venezolano” por su portada exponiendo a un falso Chávez moribundo.
El embajador inició su conferencia analizando la forma de llegada al poder del que ahora es el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y recordó que en 1998 “logramos ganar en medio de una situación de incertidumbre y donde se había desmoronado el modelo bipartidista venezolano” en lo que pareció un claro guiño a la actual situación española. Más aún cuando aseguró que “el modelo neoliberal destruye el estado y elimina las intermediaciones políticas y determina que los poderes económicos, financieros y del poder asuman la conducción del Estado, eso pasó en Venezuela donde los políticos habían llegado a su momento más bajo de credibilidad, se hablaba de la antipolítica y los partidos no estaban legitimidades”.
Álvarez Herrera se dirigió a Andrés Perelló, eurodiputado socialista y uno de los organizadores de la conferencia, para aconsejarle que “en la política no hay más alternativa que empujar un poco las condiciones, solo si tomas una iniciativa, puedes incluso entender hasta donde hay capacidad de respuesta”.
Política internacional y seguridad ciudadana
En el turno de preguntas salieron alguno de los temas más criticados al sistema venezolano. El primero de ellos, su política internacional de apoyo a presidentes de países musulmanes como Gadafi, Ahmadineyad o Bashar Al-Assad, o el enfrentamiento directo con países latinoamericanos o Estados Unidos. De hecho, durante el mandato de Chávez, las visitas a estos países han sido constantes. El presidente incluso participó como invitado en una cumbre extraordinaria de la Unión Africana y en la conmemoración de los 40 años de llegada al poder del líder libio Muamar el Gadafi.
Álvarez Herrera, que fue embajador en Estados Unidos (2003-2010) y declarado persona non grata en ese país, defendió que la posición de Venezuela era la de “creer que los países tienen sus derechos” y rechazar “cualquier tipo de intervención extranjera”. “Tú hablas ahora” explicó “con el actual gobierno de Irak y te dicen que aquello lo dejaron lleno de huecos y de bombas y el dinero para reconstruirlo no existe” para a continuación censurar “la doble moral de alemanes, ingleses o españoles que tiene una cantidad de procesos de ventas allí”. Respecto a Siria, dijo que al mundo “le deberían doler tanto los muertos de un lado como de otro porque aquí pareciera que, para cierta prensa, los únicos muertos son los causados por el gobierno de Siria”.
Respecto a la situación en Latinoamérica resaltó el cambio que ha habido en los últimos años: «Ahora, por ejemplo, no hay ningún país de nuestro entorno que se oponga a la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, algo impensable cuando nosotros llegamos al poder». Además, confió en la «vuelta de México a América Latina» y censuró la actitud «contranatura» que tuvo el expresidente Vicente Fox de «darnos la espalda», en lo que fue «la expresión más clara del neoliberalismo».
En cuanto a la seguridad ciudadana en el país, el diplomático reconoció que “es un tema muy complejo y una batalla pendiente”. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, el año 2012 concluyó con 21.692 personas fallecidas en ese país, pese «a las medidas adoptadas por el gobierno nacional para su prevención y control, algunas de ellas valiosas en su intención y diseño». Álvarez Herrera hizo autocrítica al explicar que confiaban en que “dando más salud y más empleo se iban a solucionar los problemas de seguridad, pero todo parece indicar que no es así”.
Finalmente, el embajador venezolano aseguró que su gobierno va a tener una reunión con el ejecutivo de Rajoy para tratar temas de cooperación, donde se hablará de los inadmitidos en España y el tratamiento de los sin papeles en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Ese momento, lo aprovechó para reclamar a la Interpol y a EEUU que entreguen a Venezuela a Luís Posada Carriles, “responsable de poner una bomba en un avión comercial” y a los banqueros fugados “que dejó sin protección a los ahorristas” y obligó al gobierno a hacerse cargo de las pérdidas y devolver hasta el último centavo. Ese recuerdo le sirvió para lanzar un último guiño a España, sin decirlo abiertamente, al señalar que «es necesaria una banca pública fuerte porque sino no tienes capacidad ni instrumentos de hacer una actuación política, no tienes instrumentos de poder intervenir». Fue, sin duda, uno de los momentos más aplaudidos de su intervención por un auditorio que llenó por completo el salón del actos del Centre Octubre de Valencia.
