Opinión

Escrivá de Balaguer y su ‘pasión por la libertad’

El autor recuerda a los 40 periodistas que participaron en una mesa redonda sobre el fundador del Opus Dei que fue asesor espiritual y confesor de Franco.

Comentarios
  1. En la fotografía lo que entiendo que quiere decir este mastuerzo es: ¡Os voy a joder a todos, hijos míos, porque la tengo así de grande de tanto frotársela a los nenes!

  2. Creo que la virgen católica se ha aparecido en lo alto de una palmera a los pastorcillos de Arabia Saudí y el Rey la ha metido en la cárcel, ya que la ley coránica no permite estas veleidades.

  3. El fundador fue José María Escrivá de Balaguer. Nació en España en 1902, en una familia pobrísima. Entró a la preparación para el sacerdocio cuando en España la gente de poblados menores, como el suyo, encontraba al sacerdocio como la única posibilidad para la formación profesional. Sus contemporáneos lo recuerdan como una persona poco dotada. Uno de ellos, Manuel Mindán, lo calificaría como ‘hombre oscuro, introvertido y con notable falta de agudeza… No me explico cómo un hombre de tan pocas luces pudo haber llegado tan lejos.’

    Pues bien, quien lo hizo llegar tan lejos fue la dictadura de Franco, la historia nos demuestra que los dictadores han promovido locos, criminales o delincuentes, siempre que se sometan a sus objetivos, y que han perseguido a las mentes más brillantes, por no comulgar con su abuso. Escrivá fue conocido por su carácter irascible y su vulgar personalidad. Siendo ya religioso, se evidencia su personalidad patológica con frases como ‘ahorcaría al último obispo con sus propias tripas’, lo que es común en psicópatas. Otro rasgo: la mentira o mitomanía y el fraude. Siendo su familia pobrísima, la mantuvo con su sueldo en un apartamento modesto. Cuando éste fue destruido por la guerra civil, creó la historia de que vivió en un ‘noble palacio’. Su complejo de miserable fue más allá, y cuando ya era religioso, compró en 1968 el título nobiliario de Marqués de Peralta, demostración de su megalomanía o delirio de grandeza. Esto sería ridículo en una persona común, y es imperdonable en un religioso. Sin embargo, esta persona burda trataba de impresionar usando cilicio(1) hasta sangrar, lo que denota otro rasgo de anormalidad.

    Durante su vida, apoyó a la dictadura de Franco, y admiró a Hitler. Una frase suya: ‘Hitler contra los judíos, Hitler contra los Eslavos, esto significa Hitler contra el comunismo’. Escrivá amaba la violencia de la guerra, así, dijo: ‘¡La guerra! La guerra tiene finalidad sobrenatural… Pero tendremos, al final, que amarla, como el religioso debe amar sus disciplinas.’ (Camino, máxima 311). Camino es obra suya, su producción escrita es una mezcla de copias de diferentes corrientes, como la jesuita y la masonería, no aporta originalidad, sino en cuanto a su vileza.
    Grupoo Católico de Oración María Auxiliadora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.