La Valencia ciclista llora la muerte de Rebeca

Estoy viviendo en València desde hace medio año y conduzco a diario. Es increíble, por lo demente, la conducción salvaje generalizada. Un semáforo en ámbar significa, en cualquier lugar, que viene el rojo, por lo que se debe parar. En València significa que tienes que acelerar para pasar antes que se ponga rojo (o pasarlo mientras acaba de ponerse, antes de que los coches en sentido transversal empiecen a circular). Lo mismo pasa cuando va a ponerse el semáforo en verde. Cuando el paso de peatones cambia a rojo, significa que podemos pasar, antes de que el semáforo que nos indica el paso pase a verde.
La palma se la llevan los motoristas, que circulan entre carril y carril, entre coches, adelantando a diestro y siniestro (son los primeros en salir disparados antes de que el semáforo cambie a verde).
Por no hablar de la velocidad en la ronda Nord (por la que paso a diario): segun las señales 60; segun el tráfico 80-100.

Esto son solo algunos ejemplos.

Y lo peor es que no me extraña que haya más de 400 accidentes en un año. Lo que me extraña es que no sean muchos más.